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Deseando Su Presencia Por Encima De Todo

  • WorshipU
  • May 13, 2015
  • 4 min read

Entendiendo El corazón de la Adoración

¿Alguna vez has te has encontrado a ti mismo envuelto tanto en la adoración, con los ojos bien cerrados, las manos en el aire, y el corazón cantando, y que te olvidaste por completo de la sala llena de gente a tu alrededor? Tu no estás solo! Para la mayoría de los cristianos, la adoración se piensa como una manera muy personal de perseguir y conectarse con Dios. La elección de intencionadamente ser el anfitrión de la presencia de Dios es de suma importancia, ya que a menudo será el factor que lleva a nuestra adoración mas allá de una experiencia individual y a un lugar de encuentro colectivo.

Es en este encuentro colectivo que vemos el impacto y el ministerio suceder en un nivel horizontal; de persona a persona. Aunque nunca debemos de adorar a Dios con el motivo para tratar de hacer que algo suceda para las personas, es importante como líderes de adoración de que nosotros administremos una conciencia del Espíritu Santo, de hambre de intimidad con Dios, y el deseo de colaborar con Dios en el ministerio para los que nos rodean.

Administrando Su Presencia

Si deseamos ver a Dios moverse en grandes maneras mientras adoramos, entonces nuestra primera prioridad debe ser aprender a ser un mayordomo del Espíritu Santo. Como seguidores de Cristo, sabemos que el Espíritu Santo mora en nuestros corazones, pero el administrar la presencia es más que tener a Dios dentro de ti. La conciencia de la presencia permanente de Dios debe cambiar la forma en que nos acercamos a todo, no solamente en nuestra música. Cuando administramos la presencia, cada aspecto de nuestra vida se convierte en una oportunidad para adorar a nuestro Padre amoroso. Incluso las tareas ordinarias como lavar la ropa, lavar los platos, o ir a trabajar en Starbucks se convierten en expresiones ungidas de adoración a Dios. El punto es que la adoración no es algo que podemos encender y apagar, pero es más bien una forma de vida que podemos elegir para vivir. A medida que empezamos a enfocar todo con este corazón, es inevitable que el reino de Dios se iniciará a manifestar alrededor de nosotros; el enfermo será sanado, se levantarán los muertos, y el enemigo será echado fuera!

Lo gracioso acerca del reino es que, en muchas ocasiones, nuestra ambición de servir a Dios logrará mucho menos en la eternidad que simplemente deseando conocerle y amarle bien. Dios nos creó para hospedar Su presencia; tenemos la capacidad de oír Su voz, conocer Su corazón y desatar Su poder. Antes de que levantemos un instrumento, es nuestra oportunidad de toda la vida el conocer a Dios y desarrollar intimidad con Él. Una gran parte de esta intimidad es la búsqueda constante de una conexión y de un conocimiento más profundo. Como con cualquier relación sana debemos, ante todo, estar agradecidos por el nivel de conexión que tenemos, y desde ese lugar debemos tener hambre para más. Cuando vivimos desde un lugar de intimidad con Dios y de una conciencia de Su presencia a nuestro alrededor, las cosas milagrosas se convierten en una expresión natural de lo que somos. Jesús vivió desde un lugar de unidad con el Padre y de sensibilidad a Su presencia, que cuando una mujer en una multitud presionó para tocar el borde de Su manto, Él se hizo instantáneamente consciente del poder que estaba saliendo fuera de Él. Al hospedar la presencia, aprendemos a saber lo que se siente cuando Él se está moviendo, y desde ese lugar podemos responder en consecuencia.

Dios Desea Intimidad Con Nosotros

Cuando administramos al Espíritu Santo en cada área de nuestras vidas, aprendemos a hospedar Su presencia, y a mantener una conciencia de Él, los efectos horizontales serán sorprendentes. Imagínate toda una sala llena de personas que están conscientes de la presencia, derramando su afecto en Cristo, y listos para responder en obediencia como Espíritu Santo les pide que ministren unos a otros. Dios nos ha dado la capacidad asombrosa de asociarnos con lo que Él está haciendo en ese lugar. A veces, nuestra atención se centrará completamente en Él, pero a menudo Él escogerá a usarnos para bendecir a los que nos rodean. Después de todo, Jesús dijo que donde están reunidos dos o más, habrá un aumento de la manifestación de Su presencia. Nuestro líder Bill Johnson a menudo dice, "Él está en mí por causa de mí, pero descansa sobre mí por la tuya." Esto significa que Dios escoge usarnos para desatar Su presencia, rompimiento, y la unción sobre los demás. En lugar de ser una distracción de la adoración, nuestro ministerio a los demás es en realidad sólo una forma diferente de la adoración a Dios. Como hemos mencionado anteriormente, no adoramos con el motivo de ver a Dios moverse, sino que, descansamos en Su presencia, dirigimos nuestro afecto a Él, y respondemos cuando Él nos pide.

¿Desearías hospedar una mayor conciencia de la presencia de Dios? Por suerte, es más fácil de lo que piensas! Lo que sea que tu puedas estar haciendo, simplemente haz una pausa y dale tu afecto a Cristo. Piensa acerca de lo increíblemente bueno que Él es, y permite que el agradecimiento brote desde dentro de tu corazón. ¿Puedes sentirlo? Dios desea la intimidad incluso más que tú, y Él siempre está dispuesto a revelarse a ti mientras tu presionas hacia Su corazón.

Traducido del ingles:

http://www.worshipu.com/…/the-heart-of-worship-and-his-pre…/

Camp Fire

 
 
 

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